Invertir en la bolsa de valores de EE. UU. ofrece múltiples opciones, y cada inversor puede elegir una estrategia que se ajuste a sus objetivos y perfil de riesgo. A continuación, exploramos algunas de las principales estrategias utilizadas por inversores en el mercado de la Bolsa de Nueva York (NYSE y NASDAQ).
- Trading: Esta estrategia se basa en realizar operaciones de compra y venta de acciones en el corto plazo. Los traders buscan aprovechar pequeñas fluctuaciones de precios y necesitan una experiencia profesional considerable para tomar decisiones rápidas. El trading es ideal para quienes buscan generar ganancias frecuentes, pero conlleva riesgos altos, ya que depende de la volatilidad del mercado y de decisiones acertadas en el momento adecuado.
- Invertir en corto: Esta estrategia se utiliza cuando se espera que el precio de una acción baje. Los inversores piden prestadas las acciones para venderlas a su precio actual y, posteriormente, las compran de nuevo cuando bajen de valor. Aunque puede ser lucrativo, esta estrategia también es riesgosa, ya que, si el precio de las acciones sube, los inversores pueden enfrentarse a pérdidas significativas.
- Fondos cotizados en bolsa (ETF): Los ETFs permiten invertir en un conjunto de activos, como acciones, bonos o incluso commodities, a través de un solo instrumento. Los inversores pueden diversificar su cartera con un riesgo más bajo, ya que los fondos invierten en múltiples empresas y sectores. Esta es una estrategia adecuada para aquellos que buscan una inversión pasiva a largo plazo, con menor necesidad de intervención activa.
- Opciones: Las opciones son contratos que otorgan el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender una acción a un precio determinado en el futuro. Esta estrategia es más avanzada y permite a los inversores aprovechar movimientos de precios sin necesidad de poseer las acciones. Las opciones pueden ser una forma efectiva de proteger una cartera o de especular sobre movimientos futuros, aunque presentan riesgos elevados si no se manejan adecuadamente.
En nuestra opinión, la mejor estrategia de inversión en bolsa es la de invertir a largo plazo, específicamente con un enfoque en Deep Value. Este enfoque consiste en buscar empresas subvaloradas que tienen un potencial de crecimiento a largo plazo, basándonos en un análisis fundamental profundo. Para nosotros, la clave está en tener una cartera bien balanceada, diversificando entre diferentes sectores y compañías con un fuerte potencial de crecimiento. Además, nos gusta aprovechar situaciones especiales que puedan generar caídas de precios, como eventos imprevistos, segregaciones o incluso pandemias, que nos permiten generar mayores rendimientos cuando los precios se ajustan.
Aunque otras estrategias, como el trading o las opciones, pueden ser rentables, creemos que el largo plazo y la protección ante los riesgos asociados a una inversión adecuada, junto con un análisis consciente, son fundamentales para alcanzar la libertad financiera. Utilizando herramientas como la calculadora de interés compuesto y manteniendo un enfoque disciplinado, un inversor puede conseguir una distribución adecuada en su cartera, maximizando las posibilidades de rentabilidad.